Yo no sé vosotras pero esta pandemia a mí me está dando una buena lección. Una buena lección en todos los sentidos pero me voy a quedar con el de valorar las cosas que HOY tenemos...
Ésta ha sido la segunda Navidad que ha pasado "sin pena ni gloria" por mi vida, y me refiero a ella con esa expresión porque en ningún momento hemos podido disfrutar, como la mayoría de vosotras, del calor de nuestra gran familia juntos alrededor de una gran mesa vestida con sus mejores galas, compartiendo risas, anécdotas e incluso, por qué no, alguna que otra preocupación.
Pero lejos de quedarnos en esa inevitable nostalgia, agarrando la vida según viene, nos dispusimos a celebrar nuestra particular Navidad en familia (de 4).
Así, llegó Nochebuena, tengo que reconocer que es mi fiesta preferida del año, todo lleno de color, regalos, villancicos...¡alegría por todos lados!
La casa se vistió de gala y preparamos el menú entre todos, desde la elección del mismo hasta la elaboración y presentación en la mesa. ¡¡¡Qué ilusión pensar que entre las idas y venidas al salón podría haber llegado ya Papá Noel!!! y claro...¡¡¡¡¡¡Papá Noel llegó!!!!!!
Tengo que reconocer que es un poquito travieso y lleva varios años dejando sus regalos en la buhardilla, claro, mi peque dice que es que ahí le pilla más a mano dejar los regalos ya que justo al lado del árbol que allí tenemos, hay una chimenea..., lo importante es que, sea como sea, no se olvide de nosotros jajaja.
Después de cenar optamos por "tirar" canciones en modo karaoke desde nuestro móvil a la tele y así hicimos un divertido juego de canciones que hizo las delicias de niños y no tan niños.
Por supuesto, no pudieron faltar las típicas fotos con uno de esos editores con fondos navideños con los que no faltaron las risas y algún que otro enfado.
El día de Nochevieja por su parte, decidí vestir mi mesa como la ocasión merecía para despedir el año y dar la bienvenida al nuevo. Ese día optamos por no tener que cocinar y a la vez contribuir al negocio local y pedimos nuestro menú a un restaurante conocido por nosotros el cual una vez más no defraudó y nos permitió despedir el año con una cena exquisita.
Después de cenar bailoteo gracias a "Alexa" y después de las uvas... ¡¡cotillón para todos!!
Ahhh, se me olvidaba deciros que Papá Noel nos trajo unos pijamas familiares navideños que nos dieron mucho juego en nuestras cenas y fotos...
Bueno, como veis al final no resultó tan triste esta encerrona covid...ahí os dejo ideas para la próxima que llega volando!!!!
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