"Obligatorio vernos mínimo una vez al año"
Esas fueron las palabras con las que nos despedimos las compañeras de residencia después de terminar cada una su carrera universitaria en Madrid, y así hemos ido cumpliendo religiosamente desde aquel año pero ahora no podíamos debido, como os podéis imaginar, a la pandemia. Llegados ya a este punto y después de dos años sin vernos, por fin, podíamos juntarnos y esta vez con más ganas que nunca.
Este año la elección fue la casa rural el Morisco en Burgohondo, Ávila.
De la casa deciros que recomendable 100%, por fuera no llama mucho la atención pero es muy completita y sobretodo si os juntáis como 20 que éramos nosotros. Pero como vale más una imagen que mil palabras, ahora os subo algunas fotos de la casa para que juzguéis vosotros mismos...
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Exterior de la casa |
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Sala de juegos |
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Zona jacuzzi |
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Vistas desde el jacuzzi |
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Casita de juegos para los niños |
En cuanto a la quedada pues fue como si nos hubiésemos visto ayer... Es increíble que el tiempo pase sin verte con ciertas personas y cuando por fin os veis es como si no hubiese pasado...retomamos conversaciones como si tal cosa, como si ayer lo dejásemos a medias. Quizás esta vez fue más significativo si cabe, porque, gracias a este virus, valoramos más estos momentos, estas quedadas, estas reuniones de amigos, estas conversaciones interminables, este cariño en la distancia que nos tenemos.
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